domingo, 14 de diciembre de 2014

Manchester United 3-0 LIverpool: De Gea salva una vez más a los de Van Gaal y el Liverpool en capa caída

Se entiende identidad como aquel conjunto de rasgos propios que definen a un individuo o a una comunidad. Se presentaba el Liverpool en Old Trafford con el objetivo primordial de no colocar más piedras en un camino por el que quieren continuar sin caminar solos, pero con la evidente exigencia de encontrar ese conjunto de características que determinen un juego indescifrable en el cuadro de Rodgers, en búsqueda de su propia identidad.


Tan decidido estuvo el técnico norirlandés a ello que sorprendió a todos modificando lo hasta ahora inamovible, la portería. Brad Jones salía de inicio en lugar de un criticado hasta la saciedad Mignolet y evidenciaba que los problemas crecen en territorio red. Con tres centrales y con aglutinación de mediapuntas de calidad, Rodgers buscaba el asalto del Teatro de los Sueños. Su puesta en escena fue más que atractiva: presión alta, ritmo elevado y movilidad en tres cuartos. Ante ello nada pudo hacer el Manchester United en los primeros minutos de partido y los de Van Gaal se mostraron impotentes a la hora de salir de dicho entramado.


El punto de inflexión giró en torno al gran protagonista de los red devils en esta temporada. David de Gea volvió a erigirse como héroe, como pilar que sustenta la defensa de flan con la que cuenta Van Gaal en su estreno en Old Trafford. Tras una magistral intervención del meta español ante Sterling, una gran jugada de Valencia al contragolpe culminaría con el giro completo a los acontecimientos vividos en los primeros minutos. Rooney llegaba para hacer el primero en el marcador y De Gea celebraba con rabia su vital intervención.

Si hablamos de búsqueda de identidad en el Liverpool, en el United tampoco parece estar demasiado claro el guión a seguir. Pero hay un rasgo que si define la personalidad del cuadro de Van Gaal y que les está llevando a auparse hacia lo más alto: la pegada. Tras una primera mitad en la que los visitantes hicieron más méritos para empatar que para marcharse por detrás, el United golpeó de nuevo. Fue de forma ilegal, en un fuera de juego de Mata tras remate de Van Persie que no vio el juez de línea, y que castigaba de forma decisiva a los de Anfield.

No es sólo la pegada el rasgo definitorio de este Manchester United. El otro detalle que salva semana tras semana al conjunto mancuniano tiene nombre español. David de Gea volvió a ser el protagonista principal de la película vivida en el Teatro de los Sueños. Salvó ante Sterling, ante Balotelli, ante todos, se llevó la ovación de una hinchada volcada con él y se perfiló como el hombre del partido una vez más. 


Van Persie hizo la sentencia al final tras una sensacional asistencia de Mata y terminaba de guiar a los de Van Gaal hacia su sexta victoria consecutiva, enclavada en pegada y portero, portero y pegada. El Liverpool no hizo un mal primer tiempo pero su crisis se acrecienta con un resultado exagerado y la sensación paupérrima que sigue proporcionando semana tras semana. Rodgers continúa con la soga al cuello y en los próximos días se verán las decisiones a tomar en Anfield. Y es que el fútbol, como la vida, es simplemente una cuestión de identidad.

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